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Posted on March 1, 2020 Palabrero / Pütchipü’üi…

Marzo/Abril: En este año bisiesto 2020, celebraremos la Semana Santa en el mes de abril. En marzo siempre comienza la primavera. Y con ella llegan nuevos comienzos, esperanza y reconciliación. Esta vez miraremos la reconciliación desde la realidad del pueblo Wayúu que hemos venido conociendo en este último año y desde la Cruz.

2 Corintios 5.18-20 PDT dice: “Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él. Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar. Así que hemos sido enviados para hablar en el nombre de Cristo. Es como si Dios estuviera llamando a la gente a través de nosotros. Hablamos por Cristo cuando les rogamos a ustedes que se reconcilien con Dios.

En otras versiones nos llaman embajadores y habla de hacer las paces con Dios. Por amor al Señor, éste es uno de los ministerios a los que Él nos llama: a ser sus enviados/embajadores para que a través de nuestro ser y hacer otras personas se reconcilien/hagan las paces con Dios. Pero, dentro del pueblo Wayúu van un paso más allá a través del “pütchipü’üi”/palabrero.

Según la inscripción en la estatua que encontramos en Riohacha, La Guajira, Colombia, cada palabrero es el símbolo y la representación de los caminos pacíficos en las confrontaciones interclaniles del pueblo Wayúu. Es el personaje que lleva la palabra de una familia ofendida hacia la atención de la familia ofensora, con el objetivo de lograr un acuerdo entre las partes que conduzca a restablecer el orden social entre las dos familias. La palabra que encarna el pütchipü’üi contiene y responde a todos los valores de la cultura Wayúu.

Este sistema de mediación y negociación es reconocido por la UNESCO como parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y por los gobiernos de Colombia y Venezuela a través de la organización de la Junta Mayor Autóctona de Palabreros para servir tanto en conflictos internos como con personas u organizaciones no pertenecientes al pueblo Wayúu. ¡Cuánto podemos aprender de los pütchipü’üi y deberíamos aplicar a nuestra encomienda de reconciliación!

1 Corintios 6 nos muestra las directrices a seguir en la resolución de conflictos internos, dentro de la familia de la fe. Tristemente, pocas veces echamos mano de ellos para cumplir con nuestra tarea reconciliadora y de paz. ¿Será que nos hemos desconectado tanto de nuestra propia realidad y hemos sido tan absorbidos por el mundo que nos rodea que se nos ha olvidado que vivimos en este mundo pero no somos parte de él? ¿Será que nuestra vida de oración y de estudio de la Palabra ha sido relegada a un segundo y tercer plano que las soluciones que buscamos son las humanas echando a un lado las soluciones que Dios mismo diseñó y nos encomendó a través de Su Palabra, por boca de Su Hijo y de quienes escribieron nuestra norma de fe y conducta, la Biblia?

Éste siendo un año de elecciones generales, independiente de las posturas políticas que cada quien sostenga, recordemos la importancia del respeto, la esperanza y la reconciliación a la hora de tocar estos temas frente a nuestras familias, amistades y aún frente a personas desconocidas. Seamos cautelosos en nuestro uso de las redes sociales, recordando que nuestra tarea de hacer las paces con Dios se extiende a nuestro prójimo y hemos de dar buen testimonio de cómo en medio de nuestras diferencias ideológicas y de opinión sabemos tener sabiduría y resolver conflictos entre creyentes… Esto aplica no solamente en la política sino en todo cuanto pueda tener puntos de vista opuestos y donde el respeto y el amor deben prevalecer sobre ganar una discusión.

Esta Semana Santa, recordemos que “…, Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores.” (Romanos 5.8 PDT) Él es nuestra propiciación y así nosotros debemos compartir Sus buenas nuevas con quienes necesitan redención y reconciliación. La Cruz de Cristo nos invita y Su amor nos mueve. Así nos ayude Dios.

La vida y el ministerio con tus BGs continúa. Gracias por seguirnos acercando al 100% en: https://portal.internationalministries.org/global-servant-support La bendición de Dios a través vuestro nos permite servir en Colombia, sus grupos indígenas y migrantes de Venezuela. Es un desafío y gran privilegio aprender a ser reconciliadores, constructores de paz, palabreros / pütchipü’üi en un mundo de tanta división, polarización y conflicto. Estemos en paz con los demás. (Romanos 12.18 PDT)

Extendiéndonos hacia la meta como sus “pütchipü’üi”,
tus BGs El Al

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